sábado, 21 de abril de 2012

Oporto: de la gestión democrática al urbanismo actual


Revolución de los claveles, 1974




La ciudad de Oporto, fundada en 1123 se encuentra situada junto a la desembocadura del río Duero. Con 237559 habitantes (2011 ) es el segundo núcleo urbano más importante de Portugal. Pero, ¿cómo ha llegado a la actualidad de su área metropolitana?





Un acercamiento histórico: La revolución de los claveles

Desde 1933, Portugal estaba sometido al Estado Novo o República Corporativa; un régimen político autoritario y corporativista, amparado por la dictadura Salazarista, una de las más longevas de Europa. El 25 de abril de 1974, un levantamiento militar conocido como la revolución de los claveles puso fin a éste régimen, permitiendo el renacer y la transformación de Portugal.

Esta revolución alimentó los meses siguientes un periodo de reivindicaciones sociales para mejorar las
condiciones de vida de los sectores que se hallaban en una situación más precaria: educación, salud, libertad de expresión o mejoras en la vivienda eran reclamadas en calles y plazas durante esta revolución portuguesa. Los gobiernos provisionales trataron de buscar medidas de urgencia para poner solución a las demandas populares, buscando programas parecidos a los que el resto de países europeos estaban desarrollando en ese momento.


En junio de 197e se creó el SAAL, un organismo que buscaba dar una respuesta directa a las demandas de todo el país. En él trabajaban equipos pluridisciplinares: arquitectos, sociólogos, asistentes sociales o juristas, en colaboración con las comisiones de vecinos. En Oporto, el SAAL Norte tenía dos objetivos
principales: la rehabilitación de las ilhas y la recuperación de las zonas históricas. La propuesta de Alexandre Alves Costa no se basaba ya en la erradicación de esas ilhas, lo que había sido la tónica habitual en las anteriores décadas, sino la rehabilitación de éstas evitando así el traslado de sus habitantes a las periferias.

Revolución de los claveles, 1974


“Sucedió en abril de 1974; La escuela de arquitectura era abiertamente crítica con el régimen, tenía mucha relación con los barrios pobres del centro de Oporto que la rodeaban; Eran viviendas obreras, levantadas en los jardines burgueses formando filas que se llamaban islas, muy pequeñas, malísimas. Al final del siglo XIX, el 50% de la población de Oporto vivía en ellas. Buscaban llevarlas a la periferia, a barrios separados. Eso destruyó las comunidades del centro; Cuando llegó la revolución de los claveles, el terreno estaba abonado.” - Álvaro Siza

Las llamadas ilhas surgieron a finales del S.XIX como respuesta a la demanda de viviendas de bajo coste en Oporto. Eran minúsculas casas construidas en la parte trasera de las viviendas de clase media,  constituyendo extensas áreas en el centro de la ciudad.


Los intentos de reforma del SAAL
Barrio de Sao Victor (Siza)

En materia de rehabilitación de las ilhas, distintos proyectos se concretaron como el de Sao Victor de Siza de 1976 , el de Leal de Sergio hernandez de 1976, el de Maceda de Alcino Soutinho, el de Antas de Pedro Rarnalho o el de Lapa de Mataos Ferreira. Se toman como referentes las construcciones ya existentes y la estructura urbana. Se construye en barrios difíciles, de gran importante densidad de población en el centro de la ciudad.


 En septiembre de 1974 se define una actuación para renovar el área de la Ribeira-Barredo y así mantener a la población en el centro mejorando sus condiciones de vida, a manos del CRUARB (creado bajo la responsabilidad del poder central), actualmente responsable de la renovación urbana del centro histórico.

El nuevo Plan General de Urbanización

A partir de 1978, se inicia el estudio de un nuevo Plan General de Urbanización, por Castel Blanco. El GPU le facilitará los estudios necesarios. Sus objetivos eran la restauración del patrimonio cultural histórico y
monumental y la organización del espacio ciudadano en unidades de ordenación por primera vez reguladas por coeficientes (un porcentaje marca los metros que pueden construirse en una parcela en el primer piso).
El Plan termina de definirse en 1986, es aprobado por la Asamblea Municipal en 1988 y ratificado por el gobierno en 1992.


Circulaciones, áreas industriales, y zonas públicas

Zona Ribera-Barredo, vista aérea
Los sistemas de circulación previstos en el plan no se corresponden con los que se desarrollaron por parte del Gobierno en los últimos años. Se reestructuraron las redes de autopistas y la red ferroviaria lo que repercutió en los sectores de poder económicos más elevado, que intentaron aprovecharse de esas nuevas comunicaciones y establecer residencias y equipamientos de lujo cerca de éstos, transformando las áreas industriales que no se encontraban activas. 

Por otro lado, la preservación de las zonas verdes llevará a iniciar programas como la rehabilitación de parques públicos existentes, como los jardines del Palacio de Cristal o la creación del parque de en la parte occidental. Otra de las intervenciones públicas importantes fue la edificación de nuevas universidades. Actualmente el Campus se organiza respecto a tres polos: el centro de Oporto, la zona de Vista Alegre y la zona de Asprela.


AMP de Oporto
Las áreas metropolitanas

El 60% de la población de Europa se concentra en 90 áreas metropolitanas que pueden identificarse fácilmente. Para que las regiones sean eficaces deben definirse estrategias de planificación, tanto a escala metropolitana, poniendo solución a problemas como el tráfico o la contaminación, como superando las barreras municipales, para mejorar la cohesión del área.
Las áreas metropolitanas no son solo territorios, sino que definen una forma de vida y modo de producción; son complejos espacios urbanos que se organizan de acuerdo a aspectos tan distintos como las densidades de población, la continuidad de construcciones o los tipos de trayectos entre la residencia y el lugar de trabajo.


La definición de los límites de las áreas metropolitanas no suele ser fácil, sobre todo debido a incompatibilidades entre intereses políticos y económicos de los involucrados.
El antiguo área metropolitana de Oporto se constituyó en 1991 con 9 municipios: Oporto, Vila Nova de Gaia, Maia, Matosinhos, Gondomar, Valongo, Vila do Conde, Póvoa de Varzim y Espinho, con una población de 1160000 habitantes (una densidad media de 1411hab/km2)En 2005 a estos nueve municipios se les añadieron Arauca, Santa Maria da Feira, S. John Wood, Trofa y Santo Tirso, y se comenzó a conocer como Gran Área Metropolitana de Oporto. El 1 de septiembre de 2008 se añadieron también Oliveira de Azeméis y Vale de Cambra. La definición actual del AMP no incluye varios de los núcleos de los pueblos cercanos que tienen gran relación con el área.

Oporto, vista actual
La aglomeración urbana se extiende más allá de los límites de los municipios del AMP, incluyendo otras áreas urbanas como Braga, Guimarães y Aveiro sumando cerca de tres millones de habitantes  y formando una red urbana que conecta Oporto y Braga con Vigo. El proceso de urbanización del área metropolitana está marcado por el carácter espontáneo del crecimiento. Contrastan la pérdida de población de las zonas del centro con la aparición de freguesías con un crecimiento mayor, a diferencia de otros modelos de ciudades con crecimiento concéntrico.


La singularidad del área metropolitana

Con los datos observados anteriormente y la especificidad del desarrollo económico y demográfico en la ciudad observamos que el AMP no es un área metropolitana convencional. En primer lugar, la Junta Metropolitana de Oporto (JMP), el órgano de Gobierno, no corresponde a una unidad autónoma de gestión, sino a una asociación de municipios. En segundo lugar, debido al desarrollo de la zona a lo largo de la historia, el proceso de expansión de las zonas urbanas no se muestra de forma clara. A diferencia de otras ciudades que crecen alrededor de un polo central, Oporto no presenta una distinción física entre los distintos tipos de aglomeraciones; entre metrópoli y periferias, ya que no existe tal distinción. El crecimiento de Oporto no se realiza por ensanches o por retículas, como en Barcelona, sino por avenidas que aprovechan la topografía en la que se sitúa la ciudad. La mezcla de las ilhas con el fortalecimiento de las centralidades ya existentes en los otros municipios anexionados al Área Metropolitana, perjudica también el entendimiento de la trama urbana actual.
Contraposición entre la expansión de Sevilla y Oporto, reflejado en la ilegibilidad del tejido urbano


La repercusión de las industrias

El crecimiento del sector secundario de los ochenta densificó el tejido industrial ajeno al área metropolitana y funcionó como forma de retención y atracción de la población en la periferia. En el año 1986, el área metropolitana concentraba el 38% de la industria de la región, mientras la zona industrial situada entre Aveiro y Braga era mucho más densa y de gran autonomía, aunque contaba con una menor diversificación sectorial.


Importancia de la red de circulaciones en el área metropolitana
Movimientos pendulares


En el área metropolitana es muy importante la red de comunicaciones, tanto con las zonas periféricas como el transporte interurbano. En infraestructuras destaca el aeropuerto de Oporto , la amplia red de carreteras (con un extenso viario de autopistas) y un servicio de autobuses urbanos e interurbanos y de metro en Oporto. En la estructuración la red de carreteras resulta determinante el estudio sobre los movimientos pendulares: los movimientos migratorios realizados cada durante la semana laboral entre el lugar de residencia y el de trabajo.



Conclusiones: Oporto, una ciudad para el futuro

El débil poder de atracción del núcleo del área metropolitana se soluciona parcialmente con el aumento de la emigración alrededor de 1960. Al igual que en Lisboa, el crecimiento de los últimos años, espontáneo y difuso aporta a la ciudad a una mayor cohesión en el área metropolitana, mientras se refuerzan las nuevas centralidades. En este marco, vemos que Oporto ha demostrado su capacidad de liderazgo y de inserción  internacional , como resultado de un proceso reciente de desarrollo del sector terciario. Las expectativas halladas en la internacionalización del área metropolitana reflejan la prosperidad de Oporto, una ciudad con vistas al futuro.

Oporto



Isabel Sarasa

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